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miércoles, 23 de septiembre de 2015

06. Investigación y pasión I


Pierre Joliot es biólogo molecular desde hace medio siglo en Francia. En 2001, publicó el libro La investigación apasionada[1]. Es nieto de Pierre y Marie Curie, e hijo de Frédéric e Irène Joliot-Curie... ¡los cuatro galardonados con el premio Nobel! Claro que tener abuelos y padres ganadores del Nobel no otorga nada por sí mismo (él mismo declara que los orígenes no confieren legitimidad), pero al menos testimonia de más de un siglo de experiencia y práctica investigativas de una familia consagrada a esa labor. En ese contexto, durante toda su vida escuchó una manera de hablar sobre la ciencia; pero esa manera hoy parece ceder su puesto a “valores” como la productividad que él considera son la causa de la actual crisis de vocación científica.

Principios de la investigación

Joliot considera los siguientes seis principios de la investigación:

1) Innovación y descubrimiento... sin embargo, plantea que este principio hoy está esterilizado por la carrera de eficacia, competitividad y rentabilidad que ocupa a los investigadores; pero estos recientes criterios, de un lado, elimina ramas de la investigación que se consideran “improductivas” (por no poder mostrar inmediatamente ganancias concretas); y, de otro lado, silencia a personalidades difíciles de evaluar (toda vez que la evaluación estandarizada se ha colocado en un lugar hegemónico en nuestra sociedad).

2) La investigación es un trabajo para apasionados... sin embargo, hoy la investigación se ha visto reducida casi a un oficio común, dado el creciente lazo entre conocimiento y tecnología, que busca la productividad.

3) Libertad... sin embargo, hoy la libertad está limitada en muchos renglones de la investigación, dado el inmenso valor de los medios materiales que es necesario utilizar allí; ahora también el investigador ha de investigar sin poner en riesgo ese material, cuidando de no morder la mano que le da de comer.

4) Alta competencia técnica... sin embargo, hoy se pretende reemplazar un conocimiento profundo de las teorías y de los conocimientos requeridos para la experimentación, por una simple “motivación” vía el lucro ofrecido a los candidatos a ser investigadores.

5) Lúdica; Joliot la entiende en dos sentidos: de un lado, dice que realizar investigación bien hecha procura, literalmente, un placer físico; y, de otro lado, plantea que en la investigación hay un placer estético ante los productos bien realizados, que son de gran belleza. Estas ideas vuelven irrisorio el anhelo de reconocimiento que hoy se promueve (por ejemplo, con el asunto de las publicaciones); al no poder producir esos efectos de placer físico y estético, se promueve más bien el lucro; pero, de esa manera, no se sienten atraídas por el campo de la investigación las personas inteligentes, sino las personas con ánimo de lucro.

6) Creatividad; Joliot no entiende “creatividad” en el sentido de ‘descubrimiento’ o de ‘ruptura epistemológica’. Le parece que los descubrimientos —y las rupturas epistemológicas con mayor razón— son acontecimientos raros, de probabilidad decreciente. Entiende “creatividad” más bien en el sentido de las posibilidades abiertas por tres hechos: a) todo avance cognitivo genera tantas preguntas como respuestas (todo el tiempo hay trabajo inédito por hacer); b) las relaciones entre disciplinas permiten reconsiderar cada vez ciertos saberes, lo que implica que no hay disciplinas obsolescentes (no podemos pensar a corto plazo la validez de las disciplinas); y c) hay diversos niveles de la práctica creativa; es decir, la ciencia no sólo se basa en hallazgos de “genios” (esta idea más bien paraliza a todo el que no se sienta “genio”), sino también en la modesta actividad cotidiana de muchos trabajadores anónimos; en ese sentido, ciertas prácticas repetitivas, con buenas bases conceptuales, también son factores de progreso  científico: el descubrimiento del genoma, por ejemplo, abre mucho trabajo en el sentido de describir el genoma de los miles de especies vivas. Desde esta perspectiva, hay que aplicar la lógica, pero no de manera que impida la aparición de ideas originales.

Clases de investigación

Joliot hace una clasificación de tres prácticas en las que entra la palabra “investigación”.

Pero, en realidad, traza una jerarquía. La que llama “investigación fundamental” desarrolla el conocimiento, en todos los ámbitos, en libertad temática y metodológica. Y si la llama “fundamental” pues ya sabemos qué le queda a las otras dos tareas que también involucran la palabra.

De un lado, la “investigación por objetivos”: busca desarrollar el conocimiento, pero preestablece objetivos relacionados con necesidades específicas; ahora bien, esta acción es incompatible con la investigación fundamental, en la que no se puede preestablecer objetivos. Como esta “investigación por objetivos” no cuenta con bases conceptuales suficientes, ocasiona todo tipo de pérdidas para la sociedad (desde tiempo y esfuerzos, hasta recursos económicos).

De otro lado, la llamada “investigación aplicada” sería la que busca convertir el conocimiento en aplicaciones. Hoy en día, tales aplicaciones son lucrativas (no en vano, vivimos en el capitalismo). Es, por lo tanto, una investigación cortoplacista, pues se hace bajo presiones, por ejemplo: presiones mercantiles y bursátiles, como es el caso de las presiones que ejercen las industrias farmacéutica y agroalimentaria en las ciencias naturales.

Ahora bien, esta crítica no opone teoría y práctica, pues «Un enfoque experimental que no desemboque en un intento de interpretación está condenado al fracaso» [p.14]. De hecho, la investigación fundamental usa tecnología (que en muchos casos se ha obtenido por “investigación aplicada”). No se descarta que en las otras dos  modalidades, la investigación fundamental encuentre ocasionalmente nuevas vías.

Joliot tiene muy claro, en este punto, que un mismo individuo puede practicar los tres tipos de investigación, y que eso no nos autoriza «a negar las profundas diferencias que las separan» [p.18].

Pero si es la rentabilidad la que decide la financiación de la investigación, sobre todo cuando ésta requiere grandes inversiones económicas, entonces las investigaciones van a quedar clasificadas no por su relación con el conocimiento, sino por “grados de rentabilidad”; desde esta perspectiva, no se ve por qué financiar aquella investigación cuya única vocación sea desarrollar el saber (la investigación fundamental) y, sobre todo, en áreas donde la rentabilidad está muy lejos de ser posible o, en su defecto, de verse a corto plazo.

Cuando los investigadores justifican su trabajo mediante promesas de aplicación —muchas veces irrealistas—, les hacen un favor a los políticos (sea del color que sea), a la sociedad que destila tales intereses.

Por supuesto que hay problemas apremiantes: el SIDA, por ejemplo. Pero, ¿se trata de resolver el problema o de tener la patente del medicamento que lo cure y, en consecuencia, vender millones de dosis, al precio que puede poner el único que tiene el remedio, mientras vence el plazo de la patente? Otro caso es el de las fuentes renovables de energía. Pero, de nuevo, ¿se trata de una preocupación por el medio ambiente, o de una anticipación a la finalización de los combustibles fósiles, fuente energética no renovable?

Ante el apremio de tales problemas (y de los jugosos intereses que ahí se juegan), aparece el fomento a la investigación, pero no para la investigación fundamental, que no podrá prometer la cura o el hallazgo de energías baratas y limpias, sino a la “investigación por objetivos”. Pero la historia ha sido muy desalentadora en ese sentido, pues no se producen resultados tangibles. Lo que sí se produce es desperdicio de recursos inmensos: en Estados Unidos, el Programa Nacional contra el Cáncer no mejoró el tratamiento de la enfermedad, pese a invertir 25 mil millones de dólares. Esa cantidad de dinero es el equivalente a 10 años de presupuesto para todos los organismos públicos franceses de investigación... y no produjo lo que se esperaba. Tenemos recientemente otro ejemplo: Bill Gates reconoció que una de sus mayores frustraciones ha sido la de no haber encontrado una cura para el SIDA; su fundación convirtió esta enfermedad en una prioridad, al punto que le ha destinado 4.000 millones de dólares... sin mayores avances[2]. Es un dinero que no se le entregó a la investigación fundamental, porque ésta no promete resultados; se le entregó a la que sí los promete pero que, generalmente, no puede cumplir. Entonces, se suspenden los aportes para la segunda... y no se le entregan a la primera, lo cual se esperaría por los resultados, toda vez que las ideas que están a la base de esto no cambian.

No ven por ejemplo, que los progresos decisivos casi siempre han venido de «descubrimientos inesperados en materia de investigación fundamental no programada» [p.21]; de todas maneras, no parece políticamente rentable apoyar ese tipo de investigación.

Como la sociedad hace demandas apremiantes, produce unos efectos de moda que terminan —como en los casos nombrados atrás— en estropicios humanos y financieros. Para salir del impase, algunos proponen desdibujar los límites entre las tres formas investigativas, para transferir financiación de unas a otras... pero, si sólo se programa lo que ya se conoce, ¿cómo programar la investigación fundamental, que explora lo desconocido?

Joliot hace una historia de muchos casos de descubrimientos del saber fundamental que después han tenido aplicaciones muy importantes. Pero aclara cuáles son las verdaderas relaciones entre investigación y aplicación. Las revoluciones tecnológicas se basan en investigaciones de progreso cognitivo (investigación fundamental), pero hay un abismo entre el conocimiento imprevisible y la aplicación (la cual, en muchos casos ha sido imprevisible e, incluso, aleatoria).

El interés práctico de un hallazgo no decide la elección del objeto o la realización de la investigación; esa relación sólo se puede comprender a posteriori. Si a la investigación se antepone la aplicación práctica que se hallaría después, no podrá hacerse el hallazgo cognitivo.

Incluso, la aplicación puede ser negativa, dependiendo de un ámbito distinto al investigativo, en el que los investigadores cuentan, sí, pero como un ciudadano más.

Y a esto hay que añadir «la incertidumbre del tiempo que separa un descubrimiento de sus aplicaciones» [p.24]. Ejemplo: Descubiertos los rayos X, la radiografía se inventó casi inmediatamente después; pero sólo veinte años más tarde se usó en cristalografía, gracias a la cual, cuarenta años después, se elucidó la estructura tridimensional de moléculas orgánicas. Ambos usos eran impredecibles cuando se hizo la investigación fundamental, pero fueron posibles, gracias al descubrimiento de dicha investigación (la física fundamental de los rayos X). Dice Joliot: «Es necesario salvaguardar una investigación fundamental libre y no programada» [p.24].

Quien hace investigación fundamental puede tomar lo inesperado para redefinir la línea de trabajo, pues la creatividad —indisociable del error y el fracaso— autoriza a tomar riesgos. Pero quien está bajo el imperativo de rentabilidad y ajuste a objetivos, ante un resultado inesperado, habla de error del experimentador, problemas técnicos o defectos del material... y la investigación termina con una publicación mediocre que corrobora los conceptos y dogmas dominantes.

Tales imperativos generan pereza intelectual y miedo a lo desconocido.




[1] Traducido al español en 2004, por el Fondo de cultura económica (México).
[2] Revista Semana # 1732, julio 12 de 2015. P.59.

32 comentarios:

  1. Cordial saludo a todos, de la reseña del texto de Joliot comento sobre el enfrentamiento entre los fines y las aplicaciones con que se hace investigación, debido a que sin importar si se investiga para desarrollar conocimiento por el bien de la humanidad, o se investiga por presiones de las necesidades del mercado, la historia ha mostrado que en la mayoría de campos de investigación, se investiga con fines nobles y luego por vicios de la sociedad la investigación se corrompe por la aplicación que se le termina dando, lo que inclina la balanza en contra de las investigaciones que se desarrollan con el ánimo de desarrollar conocimiento. Inclusive la reseña muestra que Joliot expresa en sus principios para la investigación, innovación, competitividad, y estos son sinónimos del lucro investigativo, el cual llama la atención de todos, por lo que la investigación se vuelve un oficio común, atado a los intereses de quienes son sus fuentes de financiación, dejando la teoría a un lado por ser lenta y aburridora por explorar sobre lo que no conoce, porque como en la confusión de lo que se entiende por arte, no se valora lo estético sino lo que está de moda, prefiriendo los resultados “cortoplacistas”, fáciles de mostrar y rentables. Investigar para desarrollar conocimiento demanda esfuerzo, rigor y creatividad sin miedo a fallar, desafortunadamente quedaría relegada a unos pocos, que se puedan autofinanciar y no se expongan a las presiones del entorno, ni a los resultados; para el caso nuestro en la maestría, investigar en educación debe tener los mismo principios de la investigación fundamental, aunque los sujetos y eventualidades del entorno no lo faciliten.

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    1. Disculpas!
      Aunque la orientación del profesor Guillermo es clara con respecto al "debe", volví a usarlo inconscientemente.

      "para el caso nuestro en la maestría, investigar en educación DEBE tener los mismo principios de la investigación fundamental, aunque los sujetos y eventualidades del entorno no lo faciliten."

      Corrijo:

      para el caso nuestro en la maestría, investigar en educación exige tener los mismo principios de la investigación fundamental, aunque los sujetos y eventualidades del entorno no lo faciliten.

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    2. Nelson, cordial saludo
      La investigación para desarrollar conocimiento NO es “por el bien de la humanidad”, o con “fines nobles” como dices, porque entonces no sería “para desarrollar conocimiento”. La reflexión de Joliot NO es moral, no es bien intencionada, no es “políticamente correcta”. Esas perspectivas ya las teníamos antes del texto de Joliot. La pregunta es: ¿no dice nada nuevo?, ¿sólo ratifica nuestra cómoda posición de decir lo que es bueno y justo?
      Los intereses no van solamente en el sentido de las fuentes de financiación económica, sino sobre todo, en el sentido de las fuentes de financiación ideológica… como esa que alimenta la “investigación educativa”, según la cual hay que hacer el bien, hay que innovar, etc. Eso tiene la misma función estructural del laboratorio que presiona para obtener la patente y enriquecerse a costa de la enfermedad.

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  2. Buenos días profesor y compañeros
    Esta entrega nos pone frente a la realidad de la investigación e invita a reflexionar el ¿para qué? de la misma, no sin antes, el autor nos muestra los principios y las clases que la determinan o establecen: (pasión, innovación, libertad, alta competencia, lúdica y creatividad) son esos principios en los que se desarrolla este mundo generador de conocimiento, pero los intereses de la investigación son quienes establecen la clase en la que se aborda, puesto que si lo miramos desde lo “fundamental” (investigación fundamental), hablamos de todo proceso que se desarrolla sin esperar nada, sin pretender resultados; que se pueden dar sí, pero no es una finalidad, en esta no existe presión alguna de sectores específicos, sea de poder político o económico, a diferencia de procesos determinados por objetivos (investigación por objetivo), considero que esta investigación va siempre sujeta por el poder económico del capitalismo y de intereses sociopolíticos, con grandes avances, pero también con grandes fracasos; pues recordemos que muchos avances tecnológicos y sociales han nacido de intereses militares con propósitos de poder y control. Y finalmente la utilización del conocimiento para aplicarlo a fines específicos (investigación aplicada), hoy en día a fines de poder económico, puesto que el que tenga el problema y la solución domina a quien no.
    Desde nuestro campo “educativo” es importante preguntarnos ¿qué clase de investigación queremos emplear?, ¿qué fines o intereses tenemos?, pues saber en qué plano desarrollamos nuestro ejercicio, pronostica de alguna manera el éxito o el fracaso del mismo, es decir si son para fines lucrativos y este no dan dichos resultados, sería un fracaso, pero si se llega a un nuevo conocimiento sin interés alguno, es un éxito.

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    1. Saludo cordial
      Esta entrega me cuestiona respecto de la concepción de investigación que he madurado durante años de formación académica, ya que el afán de la aplicabilidad ha estado presente en los intentos investigativos que he realizado. En el caso de la educación, la presión por conseguir resultados tangibles, hace que se validen discursos como los que afirman que investigar es transformar las prácticas de enseñanza y aprendizaje.
      Es claro para Joliot, que “cuando los investigadores justifican su trabajo mediante promesas de aplicación —muchas veces irrealistas—, les hacen un favor a los políticos (sea del color que sea), a la sociedad que destila tales intereses.” Nada más parecido a lo sucedido en la escuela, donde se financian estudios (o programas de maestría…) a cambio de la promesa de aplicabilidad a raja tabla, todo para concluir que se validan discursos dominantes o de moda, sin llegar a la medula del asunto, del cual me atrevería a decir es: ¿cuál es el campo de estudio de la educación? y ¿Cuál es su sustento epistemológico? Estos interrogantes no generan lucro, por tanto hoy se entiende la investigación como una actividad mercantil más.
      La investigación como pasión es aún más difícil de llevar a cabo en la educación, pues si bien ésta es fundamental para la sociedad, no produce lucro a corto plazo, es más, su finalidad no es conseguir lucro, sino la satisfacción de comprender un poco más las insondables capacidades humanas. Quienes nos interesamos por la educación quizá estamos más cerca de lo que denomina Joliot como “investigación fundamental”, pero no escapamos a las prácticas que buscan productividad para el mercado. Como conclusión a nivel personal puedo decir que desligar la investigación de la aplicabilidad inmediata, es un ejercicio por realizar, que requiere desmontar muchas “seguridades” y muchos supuestos, como también el enfrentarse a la sociedad que provoca el consabido señalamiento de: “- ¿y eso que usted presenta para qué sirve?-”

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    2. Edwin, cordial saludo
      La reflexión sobre el “para qué” de lo aplicado no tiene que ver con la reflexión sobre lo auto-reflexivo. El arte, por ejemplo, no tiene un “para qué”, aunque después la sociedad le encuentre museos, exposiciones, concursos, bienales, premios. Ya lo mostró Joliot: la investigación fundamental puede tener aplicaciones impredecibles y después, pero sería imposible hacerla si se tuviera en mente esas aplicaciones que resultan a posteriori
      La presión NO es interna al campo del saber disciplinar; interna es la tensión por la aplicación de la gramática. De manera que cualquier asunto humano tendría esas dos perspectivas: aquello que lo configura y los vínculos posibles con las demás esferas de la praxis humana.
      De acuerdo con tu pregunta. Yo esperaba que pensaran en lo que hacemos en el campo educativo y no que nos pusiéramos a denunciar las pretensiones lucrativas y obscenas del capitalismo. Lucrativos y obscenos somos nosotros también, cuando decimos investigar –por ejemplo– para “evitar que los estudiantes se pongan nerviosos al hacer una exposición” (objetivo de una de las propuestas de investigación que tenemos en el corpus de nuestra investigación).

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  3. Cordial Saludo profesor y compañeros.

    A partir de ésta entrega y los comentarios de mis compañeros. Quisiera hacer manifiesta algunas comprensiones del texto, que me parecen relevantes, pues un título tan sugestivo como éste, suscita dejar volar nuestra imaginación en lo “romántico del tema de la investigación”; cuando se considera que lo sustantivo de la entrega es el inicio de “sospechar” desde donde me están “diciendo” lo que me “dicen”.

    De tal manera, que me tomé la tarea de “averiguar” lo que el profesor Guillermo enuncia y encontré que una cosa es la “investigación apasionada” como reflexión de la actividad del investigador y otra cosa, muy distinta, es la investigación apasionada, en la que la rigurosidad es su panorama más amplio y evita estar al servicio del consumismo.

    Y desde lo intrapersonal es obvio, que la investigación nace de una pasión por la misma y puede contar con muchos elementos (Creatividad, libertad, innovación entre otros), y que desde allí, ¿Eso sea investigación? Es posible considerar el lugar, desde donde se observa éste enunciado. De tal manera, que dice Pierre Joliot. “Investigar es, para mi, realizar una forma de actividad artística”, obvio que se funden cuestiones comparables con el arte, pero más allá, el documento de ésta entrega, constituye una reflexión sobre el quehacer científico y sus “modas-pasiones” .

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    1. Hola, Sandra
      No sé qué entiendas por “dejar volar la imaginación”, pero el debate es sobre los asuntos dichos y las relaciones que tendrían. No es que no esté bien imaginar, pero hay espacios para eso. Cuando se demuestra un teorema, se está atado al orden argumentativo. Y eso NO porque alguien se la quiera montar a uno, sino por una decisión propia, porque hay gusto en obtener los resultados de la argumentación rigurosa. Es en ese sentido que Joliot habla de “pasión”. No se trata de lo que queramos poner como significado de la palabra “pasión”.
      La ‘investigación fundamental’ no “evita estar al servicio del consumismo”, como dices, sino que hace otra cosa. No es política por aquello a lo que se opone deliberadamente, sino por lo que hace efectivamente.
      Te felicito porque te tomaste el trabajo de mirar el libro (más allá de la reseña). En ese punto, me parece que si algunas de las afirmaciones de Joliot son metafóricas (“Investigar es, para mí, realizar una forma de actividad artística”), no podríamos tomarlas al pie de la letra.
      Tal como insinúas al final, en todo ponemos pasión. De manera que no es la pasión la que diferencia las acciones humanas.

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  4. Hoy en día hay mucho profesor del Distrito realizando maestrías en educación o afines gracias a los créditos condonables que ofrece la SED. Esta situación ha generado que muchos docentes en su afán de graduarse en el tiempo exacto y evitar sanciones realicen investigaciones apresuradas, de hecho, un compañero se graduó con una investigación realizada en 6 meses. Por otro lado, algunas universidades (no digo nombres) contribuyen a este apresurado proceso por la oferta y la demanda actual. Estas investigaciones flash carecen de rigurosidad y pasión, muchas son presas del consumismo y realmente la investigación se convierte no más que en una herramienta para graduarse, ascender y ofanarse de su título como magister.

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    1. Édgar, cordial saludo
      Las condiciones que la SED ha puesto para financiar postgrados de los docentes genera, como dices, investigaciones apresuradas. Y, para ganarse la platica, algunas universidades contribuyen a que se hagan “investigaciones” sin rigor, sobre objetos socio-mediáticos. Pero, claro, lo que está en juego es un interés de graduarse, ascender y ufanarse, como dices. ¡Pero la misma SED se atreve a decirle a las Universidades cómo tienen que hacer su oficio con los maestros admitidos en los programas de postgrado. Todos cómplices de la mediocridad. De nosotros depende que ese eslabón de la cadena que somos no continúe esa lógica… si es que queremos.

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  5. BUENAS TARDES PROFESOR GUILLERMO Y COMPAÑEROS:

    Para los fines pertinentes a esta entrega, es importante destacar que el documento nos permite mirar, como el campo de la ciencia puede ser aplicado desde el campo social, teniendo en cuenta los principios de investigación (según Joliot) como lo son: la innovación, descubrimiento, pasión, libertad, alta competencia técnica, lúdica, creatividad al igual que los tipos de investigación (la investigación por objetivos, la investigación fundamental y la investigación aplicada).
    Pierre Joliot en su documento, da cuenta de cómo algunas investigaciones científicas en la actualidad se centran en las grandes élites, logrando obtener fines lucrativos, status y posicionamiento, etc., igualmente dichas investigaciones con tendencias actuales, favorecen la eficacia y la competitividad, debilitando las capacidades de innovación y de creación científica, no siendo visible la generación de nuevo conocimiento.
    Afirma Pierre Joliot-Curie: "La investigación ha dejado de ser una pasión reservada a algunos privilegiados para convertirse en un oficio como cualquier otro. No puede ser una obligación. La investigación debe ser, ante todo, un juego y un placer". Este fragmento permite dilucidar la importancia : del campo de la ciencia, el cual puede ser desarrollado desde la lúdica, y la pasión( reservada para unos pocos), y la importancia del rol del investigador, quien hace parte del campo, pues él es quien, crea un territorio académico, y es ahí donde se establece la identidad, el reconcomiendo y la admisión al campo y no desde la obligatoriedad, el consumismo o la rentabilidad.

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    1. Alicia, cordial saludo
      Hablas de “capacidades de innovación y de creación científica”... pero creo que Joliot fue claro: la investigación “por objetivos” contradice el basamento de la investigación en la incertidumbre y produce pérdidas sociales... aunque se siga haciendo: es el caso de la educación, tanto a escala oficial (con las costosísimas evaluaciones masivas, por ejemplo, hacen “investigaciones” que sólo sirven para confirmar lo ya sabido), como a escala de los docentes: hacen “investigaciones” de esas que se proponen cambiar cosas y, sin embargo, no pueden cambiarlas, entre otras porque muchas veces es necesario saber cómo están hechas las cosas para poder cambiarlas.
      De acuerdo en que, si bien la investigación produce satisfacción, lo hace en su propio ámbito: el de la conquista de asuntos inteligibles (el gusto de hacer bien una demostración, de poder explicar un fenómeno, etc.); es decir, no podemos afirmar que, por ser apasionados, entonces podemos hacer investigación de ese orden.

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  6. Buenas noches profesor Guillermo Bustamante y compañeros.

    En el texto - Investigación y pasión I - se hace una reflexión acerca de la investigación y su relación con su aplicación en el campo social, en donde Joliot concibe una clasificación de tres prácticas en las que entra la palabra “investigación”, estas son la investigación por objetivos, investigación aplicada y la investigación fundamental, resaltando en el texto la última que en palabras de Joliot “desarrolla el conocimiento, en todos los ámbitos, en libertad temática y metodológica”. Esta misma –libertad- permite realizar grandes aportes a la sociedad, por ejemplo el descubrimiento de la penicilina por parte de Alexander Fleming, en 1928, que fue el primer antibiótico de la medicina y se realizó de forma casual, Fleming quien se encontraba estudiando la bacteria de Staphylococcus dejo olvidada, cerca de una ventana abierta, una placa de petri que contenía la bacteria, por más o menos un mes, al llegar encontró moho y pensó que su estudio se había dañado, pero en vez de descartarlo, su curiosidad lo llevo a observar que el moho no solo contamino la placa sino que a su alrededor encontró un claro que había matado las bacterias y descubrió que era el hongo de Penicillium, que acabado con las fatales bacterias Staphylococcus definitivamente.

    En cambio cuando se hace la investigación por objetivos y la investigación aplicada, en muchos casos, hace que estas giren en torno a fines lucrativos. Lo que no impide que la investigación fundamental se pueda apoyar en estas dos, con referencia a este aspecto, Joliot tiene muy claro, que un mismo individuo puede practicar los tres tipos de investigación, y que eso no nos autoriza «a negar las profundas diferencias que las separan» [p.18].

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    1. Hola, Luis
      Los tres tipos de investigación de Joliot, en realidad no existen. A una la llama “fundamental”, de manera que las otras no son fundamentales. De la “investigación por objetivos” dice que no es investigación porque ya sabe lo que quiere y, además, produce estragos. Y a la “investigación aplicada” la trata como un campo distinto (estoy de acuerdo, pues hasta tiene nombre: tecnología, ingeniería, medicina...).
      Ahora bien, ¿en cuál campo situar el ejemplo que pones de la penicilina? De otro lado, ¿qué lugar darle al hecho de “hacer un aporte a la sociedad”? Ten en cuenta que, para hacer bombas, también se usan algoritmos de la ciencia.
      De otro lado, ¿qué lugar para la casualidad? (pues, según cuentas, la penicilina se descubrió por casualidad).
      Lo de fines “lucrativos” podemos extenderlo más allá del dinero. Eso de hacer “investigación educativa” para “empoderar a la comunidad educativa” también es lucrativo. Con lucrativo no estamos diciendo “malo”, sino “interesado”. El campo del saber disciplinar materializa el interés de subordinar el interés.

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  7. Buenas noches profesor y compañeros.

    Con respecto a la presente entrega, la mayoría de mis compañeros han comentando y reflexionado el texto y la forma que da a entender Joliot el tema de la investigación y su relación con las apresuradas connotaciones del capitalismo y del mercado (teniendo en cuenta la rentabilidad con que cuenta la investigación desde otros campos del saber).
    Pero, no se ha tenido en cuenta el papel del investigador; la lectura habla de la investigación y su relación con la creatividad, con ese "gusto" por lo que se hace y para que se hace; es decir la acción del conocimiento. Todo esto lo hace el investigador, la investigación como tal, arroja resultados y conocimientos; pero el investigador es quien ejerce este saber-poder; no es una obligación; si!! muchas veces estamos "atados" al consumismo, y a esa hegemonía del poder, pero mientras no se pierda el ejercicio de investigar y no estemos "obligados", tendremos la satisfacción y estaremos aportando al conocimiento. Como lo menciona Joliot, "la investigación es un trabajo para apasionados...", pero no, un "trabajo productivo", sino, aportante al conocimiento sin ánimo de lucro; es el investigador el eje central de este proceso.

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    1. Claudia Marcela, se te saluda
      Me encanta que hagas balance (el tuyo) de la discusión y que procedas en consecuencia. De acuerdo en que la atención de los participantes fue cautivada más por el tema de la rentabilidad que, por ejemplo, por el tema de la satisfacción que está en juego.
      Claro que —como decíamos en el encuentro presencial— los humanos sólo se mueven a condición de satisfacerse. No es que haya menos satisfacción en la búsqueda de lucro, sino que es distinta. La satisfacción que se obtiene manejando una teoría no aplica a objetos sensibles. Por eso la llevamos perdida cuando queremos que alguien se le apunte a sacrificarse y a estudiar muchos años, pues lo que obtiene es un objeto inteligible, en relación con el cual la satisfacción es distinta de la que se obtiene con un objeto sensible.

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  8. Cuándo Bourdieu planteaba que la ciencia se encuentra en crisis se refería precisamente a la existencia masiva y a la demanda de investigaciones y trabajos que, apegándose al lucro y la rentabilidad, supeditan sus objetivos a las demandas y el financiamiento corporativo. Esta entrega me hace pensar hasta que punto, y de forma inconsciente, terminamos estructurando un plan de trabajo basándonos en principios de éste tipo

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    1. Hola, Isabel
      Efectivamente, como planteas, Bourdieu se refiere a una crisis de la ciencia atada a ese asunto del lucro y de la rentabilidad. Pero, ¿es una crisis de la ciencia o de los hombres de ciencia? En todo caso, de acuerdo en que nosotros, sin que nos paguen para que lo digamos, terminamos diciendo lo que se necesita decir para que las cosas sigan igual... ¡así protestemos!, ¡así enunciemos consignas muy críticas!

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  9. Pensar la investigación se hace más complejo, pero puede ser por la época y su condicionante no tanto siempre determinantes. Los medios programados para hablar de la innovación y la búsqueda rentable no se hace siempre a nombre de la curiosidad por el conocimiento, por lo tano, parece ser a nombre del sentido común mercantil. Entonces, es como si no existiese la investigación fundamental.

    Ahora bien, entonces acontece preguntar, ¿para qué investigar?, pero antes, ¿Qué es la investigación?, claro esto serian preguntas “tontas”, pero no, en una sociedad donde los “intelectuales” no trascienden, y la ciencia se ve en lo lejano, muestra una necesidad de poner en duda el papel del magisterio. No por decir que son los intelectuales, sino, que en lo posible a su trabajo muchas veces de recontextualización o intento de profundización disciplinar o temática, no se mantienen con Postura más bien es con estar en el alto o el andar. Es un referente a que la preocupación del magisterio no se entrelaza al estudio apasionado que como axioma tiene la investigación, tal vez porque encuentran en el sentido común no preguntarse por el sentido del estudio –se pasa por una obviedad-, como referente para investigar por ejemplo remitiéndose al éter hegeliano, “conocerse asimismo en el absoluto ser otro”. Por lo demás, es interesante anotar y reflexionar que Joliot propone también: “cada cual debe elegir la forma de expresión que mejor le convenga y alternar, si puede, sus distintas actividades”, añadiría, para nuestro caso, sin dejar el saber a un lado, que es lo mínimo.

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    1. Hola, David
      De acuerdo contigo: es como si no existiese la investigación fundamental, pues estamos obnubilados por las palabras que el sentido común pone en nuestra boca. Y bien, ¿esto no era de esperarse? Mientras un Marx se gasta una vida tratando de explicar el funcionamiento del capitalismo, millones de consumidores no tienen ni idea de dicho funcionamiento y se contentan con enunciar cualquier cosa al respecto. Forzoso es renunciar a una posición y a la satisfacción que ella nos provee y ponerse a trabajar muy duro, para poder entender algo desde la perspectiva de un campo de saber disciplinar... y muy pocos están dispuestos a tanto sacrificio.
      De acuerdo también en que la “preocupación del magisterio no se entrelaza al estudio apasionado”. No hay pregunta, se recurre al sentido común, se cree que las cosas son evidentes.

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  10. Cordial saludo compañeros y profesor

    El tema de esta entrega de "la investigación pasión" hace reflexionar realmente acerca de la pertinencia de la investigación y sobre sus fundamentos.

    Joliot clasifica, nombra y explica; la innovación y descubrimiento, la investigación como trabajo para apasionados, la libertad, la alta competencia técnica, la lúdica y la creatividad, todos estos principios están mediados por la imaginación y también de alguna manera por la estética como acercamiento al goce y a la belleza desde el plano de la filosofía y de la ética.

    Es decir que los cimientos de la ciencia además de estar en el pensamiento racional están en lo sensitivo, también en lo casual y por su puesto que son también una suma de causalidades de sentido epistemológico de la construcción histórica de las ciencias.

    El placer de investigar por investigar de los investigadores es cada vez es más escaso, esto debido a los requerimientos de la economía capitalista de búsqueda del lucro a través de la efectividad y racionalidad altamente pragmática donde no cabe apertura hacía lo que no este dentro de sus parámetros reducidos y mezquinos.

    La pertinencia de hacer investigación en las ciencias puras, en las ciencias humanas y en la investigación educativa por supuesto que no debe estar en cuestión, sobre de lo que se debe reflexionar es acerca de si la investigación tienen suficientes bases filosóficas, históricas, teóricas y metodológicas para que su reflexión sea bien profunda o si esta se dirige solo a la búsqueda de unos fines muy específicos como la "investigación por objetivos" ( de la clasificación hecha por Joliot) que tiene unos intereses muy cercanos a la inmediatez, también la "investigación aplicada" está demasiado imbuida en el sistema económico y en sus intereses para que pueda ser una reflexión profunda crítica y vinculada con la ética, en el caso de la "investigación fundamental" está es libre en metodología, teoría y temática es decir que es la más cercana a la búsqueda del placer estético del investigar.

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    1. Andrés, cordial saludo
      Le pondría un límite a esa imaginación y esa estética, en el sentido en que se leen una vez hecho el trabajo. De otra manera, podríamos pensar que la investigación en un campo de saber disciplinar se hace con imaginación y estética. No. Se hace con trabajo, con muchísimo trabajo... otra cosa es que a ese tipo de trabajo (no reemplazándolo) le esté unida una forma de disfrute. (Comenzar por el disfrute, sin el trabajo, es lo que busca el drogadicto).
      No creo que el placer de investigar por investigar escasee a causa de la búsqueda del lucro. Escasea porque hemos dejado caer el saber y entonces parece que sólo hubiera objetos sensibles para obtener satisfacción. Si como maestros no hacemos dejación del saber en la escuela, los estudiantes sabrán que hay personas —nosotros seríamos la muestra— que se satisfacen con lo inteligible... ¿no es esa la carnada que les tendemos?
      Recuerda que investigación por objetivos e investigación aplicada no se limitan a lo económicamente rentable (aunque eso es muy visible), sino también —por ejemplo— a lo “pedagógicamente rentable”, a las “aplicaciones políticas”.
      Y no hablamos de falta de legitimidad, sino de usurpación de lugares.

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  11. Buenas noches a todos y todas.
    Darse cuenta que la investigación es utilizada por el capitalismo unicamente para un fin económico sin tener en cuenta aspectos tan importanes de quienes realizan esta tarea o que para quienes lo hacen de igual manera que este sistema, buscan lucrarse y no contribuir de alguna manera al mejoramiento de la vida, me hace pensar que no existen formas otras de investigar más que esas a las que aparentemente nos permite ser libres sin tener siquiera una pequeña muestra de ello, pués como se plantea en la lectura, limitan a quienes quizas quieren hacerlo mejor o diferene, y sobre todo precionando para optener resultados añadiendole a esto un resultado que sea temprano, entonces si esto es así y en en gran parte del mundo se presenta, ¿de que forma podría verse y practicarse la investigación como una forma de satisfacción, regocijo, no solo própio, sino de aquellos que aunque sea a largo plazo resulten beneficiados con los resultados sin esperar recibir tal reconocimiento económico o que el que se vea beneficiedo, repito, pueda verdaderamente estar al su alcance? ¿hay forma alguna de desprenderse de estás practicas investigativas aún sabiendo que se depende para su ejecución de recursos económicos?

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    1. Astrid, cordial saludo
      [Toca revisar el texto antes de mandarlo... hay muchos errores.]
      El capitalismo no es un contrato de buena fe que hayamos firmado. Por eso tiene policía, ejército y jueces. El capitalismo es una imposición... ¿por qué tendría que usar la investigación en otro sentido que no sea el económico y el político? La pregunta va más bien para nosotros: ¿por qué consumimos ansiosos lo que el capitalismo produce bajo ese mezquino interés? ¿Por qué decimos hacer “investigación” que pretende ser de un campo de saber y, sin embargo procedemos como el capitalismo, es decir, “por objetivos”, supuestamente “aplicando” los resultados? ¿No es buscar lucrarse la idea de resolver problemas de la escuela a través de la investigación?
      La investigación fundamental —según Joliot— NO busca “contribuir al mejoramiento de la vida”. Es otra cosa. Cuando te preguntas cómo hacer una investigación que también satisfaga a aquellos que resulten beneficiados con los resultados... vas en la misma dirección (no con el mismo contenido) de lo que criticas.

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  12. Buenas días Profesor Bustamante y compañeros:

    Considero que los intelectuales son los llamados a transformar la nación, quien hace investigación, no le interesa vender el conocimiento, ni piensa en la ganancia económica, mucho menos en los títulos que tiene, ya que quien investiga lo hace para resolver problemas, para servir y mejorar las necesidades propias y las del otro, a pesar que desde la modernidad han formado pensando en la ganancia.
    No obstante existe la investigación con ánimo de lucro en las empresas, las cuales permanentemente mejoran su productividad, por lo tanto su rentabidad.

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    1. María Bernarda, cordial saludo
      ¿Qué investigación, acerca del papel del intelectual en la sociedad, te permite saber que “los intelectuales son los llamados a transformar la nación”? Porque si se trata de tu opinión, pues no se puede conversar al respecto, dado que “entre gustos no hay disgustos”. ¿En qué medida la manera de funcionamiento de la sociedad admite la intervención de los intelectuales? De un tiempo para acá, las nefastas políticas educativas son pensadas y redactadas por intelectuales... ¿cómo pretender que son ellos los llamados a cambiar la situación? Y a propósito, ¿no habíamos dicho que el asunto de la transformación NO es inherente a la investigación? ¿Qué hacemos hablando de “transformar la nación”? Si lo asumimos a la manera de la investigación fundamental, nuestra tarea sería entender qué es la sociedad, cómo está hecha. Nos vemos en cinco años a ver si cuando ya la entiendas puedes volver a decir que “los intelectuales son los llamados a transformar la nación”.
      De otro lado, quien hace investigación no es un santo. Le puede interesar el dinero, puede tener una posición política que no nos guste... pero nada de eso habla de su procedimiento como investigador.

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  13. Muy buenas noches profesor Guilllermo y compañeros, con el tópico de esta entrega "Investigación y Pasión I", me parece importante hacer referencia que la Investigación como proceso para intentar llegar a una o varias respuestas de fenómenos que se presentan en él entorno pueden ser aplicada en el aula de clase con los estudiantes, sin embargo cuando se menciona el termino investigar produce cierto rechazo, tal vez por temor a enfrentar las diversas etapas que se lleva a cabo en este proceso.
    De igual manera, suscita en mí después de leer los principios y clases de investigación planteados por Joliot, hasta que punto el trabajo de grado que se requiere para optar el título de magister en la Universidad Pedagógica Naciona llega a ser una investigación.

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    1. Hola, Dicacosa
      No entiendo bien. Por haber participado en la discusión y haber leído las entregas, no creo que estés afirmando que la investigación es un proceso “para intentar llegar a una o varias respuestas de fenómenos que se presentan en el entorno”. ¿A qué te refieres, entonces?
      Y claro que, como dices, hay horror al saber en la escuela, para donde uno mire. Y a eso le hacen juego muchas maestrías en el país. Los trabajos de grado que aprueban, por supuesto que no podrían llevar el nombre de investigación fundamental.

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  14. Buenas noches, profesor, compañeros.
    Pierre Joliot presenta cómo el trabajo del investigador apasionado ha sido relegado a un oficio común. Esto, con la reiteración de que se investiga con unos intereses particulares ligados al mercado. Por estos días circula la noticia sobre el cierre de las facultades de ciencias humanas que promueve el gobierno japonés. Por ello, se dimensiona la investigación por objetivos, puesto que Japón declara que hay que fomentar aquellas “áreas que llenen mejor las necesidades de la sociedad”. Entonces, al parecer, el papel de los intelectuales que trabajan en el campo educativo es de quienes están formándose para una investigación aplicada, que tiene el afán de evidenciar un producto en el aula, aplicarlo, asimismo, demostrar resultados, todo con el fin de llegar a la calidad educativa. Al igual que el debate de las disciplinas, entre cuáles contribuyen mejor al conocimiento, como las que generan lucro, se parte de que hay una diferencia entre saber que produce ganancias y el que no. En consecuencia, también hay una formación hacia personas que deseen hacer parte de este grupo, y ¿dónde queda la investigación apasionada?.. ¿en títulos y acumulación de conocimientos (prácticos, aplicables) dirigidos hacia el mercado laboral?

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    1. Yuri, cordial saludo
      También podríamos decir que cada vez hay menos investigadores apasionados y más investigadores de oficio. Y, como se trata de dos campos distintos, cada uno con su legitimidad (si no fuera legítimo para ti el campo del mercado, no comprarías nada, y serías una ermitaña), eso no podemos criticarlo. Lo que sí me parece objetable es hacer pasar por investigación del campo de la ciencia, lo que son investigaciones parecidas a las de mercado (porque ni siquiera son buenas investigaciones de mercado); asunto que, de paso, contribuye a darle la estocada final a la escuela.
      Yo no tengo lío con que se fomenten las “áreas que llenen mejor las necesidades de la sociedad”. El asunto es qué estamos entendiendo por “necesidades de la sociedad”. Y con nuestra criticadera infundada y nuestra “transformitis” exacerbada... no les estamos mostrando con rigor lo que podría ser una manera complementaria a la idea de “necesidades de la sociedad”. Si nosotros mismos no leemos, ¿por qué se nos va a hacer raro que eliminen las humanidades? Si nosotros preferimos una telenovela o un reality a una obra literaria, ¿por qué se nos va a hacer raro que eliminen las artes?

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  15. Buenas noches para todos y todas.

    La investigación ha venido cayendo en manos del capitalismo como, al parecer inevitablemente casi todo va cayendo en él. La contracultura misma, que apareció como expresión de resistencia, terminó siendo señalada y sigue siéndolo por dejarse absorber por el mercado.

    No es una noticia nueva que el capitalismo tenga esa facilidad de fortalecerse cuando parece estar siendo debilitado, sus puntos débiles los recoge el mercado y los transforma en productos que oferta con un precio, quitando el valor simbólico y poniendo todo en términos monetarios.

    Quizá ese mismo sea el caso de la investigación contemporánea y el problema entonces no sería que la gente no investigue por pasión, sino que el mercado construye ideas de pasión diferentes, pasión por el dinero, pasión por el lucro, y quizá más que pasión, necesidad de una vida en función exclusiva del dinero y sus fines lucrativos.

    Condicionar una investigación por medio de la creación de pasiones, ya niega el carácter pasional o el interés natural del investigador. No necesariamente entenderemos que se trata de un condicionamiento impuesto, porque el capitalismo suele ser sutil, de manera que no notemos la forma en que nos construye. Pero la idea básica de que la investigación sea requisito de grado, ya es un condicionamiento, que aunque parece inevitable -pues así lo hemos conocido- no es exclusivo ni obligatorio. El investigador natural no debe estar motivado por ningún incentivo más allá de su pasión por el tema de investigación. Sin embargo esta idea en tiempos "modernos", gobernados por la competitividad, parece imposible de visibilizar. Todos tarde que temprano vamos cayendo en la lógica del mercado que nos crea necesidades en función del dinero, todos poco a poco terminamos teniendo intereses lucrativos. Y quizá por eso hoy en día son pocas las discusiones académicas de grandes tesis (no necesariamente de grado) entre autores. Poco se ven contestaciones de un libro a otro como aquellas que dieron nacimiento a los primero conceptos y categorías, como aquellas que a partir de la dialéctica dieron lugar a la Epistemologia.

    Muchas gracias.

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  16. Buenos días. Es interesante conocer la posición de un científico de élite, que pudiendo hacer ciencia "lucrativa", toma postura crítica y aporta ideas al quehacer de la ciencia, tarea que deberíamos apropiar. El hecho que la innovación esté opacada por los intereses económicos es algo que invita a cuestionarse sobre la financiación del conocimiento. Lo que no es rentable no sirve. Ahora, si no hay dinero no se puede investigar?. Es posible que la investigación que se desarrolle en la escuela rural de Bagadó, no sea muy llamativa en términos económicos para una multinacional. Cuales son entonces las motivaciones para investigar desde nuestras particularidades?
    Lo que Joliot nos comparte sobre lúdica esta distante de lo que en la escuela se entendería sobre lúdica: Una herramienta para hacer mas agradable la estancia de los niños, o un instrumento para competir con la Televisión o el internet. Con respecto a la creatividad, en la enseñanza de la física, y particularmente en nuestro contexto, se ha vendido la idea de que como ya todo esta prácticamente descubierto o lo que queda por descubrir es difícil, en nuestro entorno no es posible hacer descubrimientos en física. Si pensamos que el hecho de re-pensar, re-descubrir o conocer algo ya elaborado también es un acto creativo, podriamos establecer motivaciones que no tengan nada que ver con lo económico o lo evaluativo.

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